Creo que todos hemos jugado alguna vez, cuando éramos pequeños, al teléfono escacharrado. Daba igual que no supieses jugar, te lo explicaban en el momento y parecia innato en tí la capacidad de jugar, muy, pero que muy bien, al gran juego. Si no lo recordais, yo os lo explico para que vuestra memoria os lleve a ese recuerdo que parece olvidado, pero que es terriblemente utilizado a diario por diversas personas.
Es fácil, la persona "A" comenta en el oído al individuo "B" una pequeña historieta resumida en una frase corta; Éste, a su vez, se lo cuanta al individuo "C", que también se lo cuenta a "D"......y así hasta que al final la historia ha cambiado tanto que ni siquiera recuerdas cuál era la verdadera historia..y la gracia que nos hacía este juego.
Explico ésto porque me he dado cuenta que nuestra vida se resume en un gran teléfono escacharrado, donde la gente comenta algo que casualmente acaba convirtiéndose en otra historia. Pero lo que ocurre realmente es que no es un juego aquello a lo que jugábamos de pequeños, sino que era un curso piloto que te enseñaría lo que ocurre de verdad en la vida y a lo que estamos sometidos como auténticos pendejos.
Realmente ésto ha empezado por el post anterior, y yo quería dar una pequeña visión del tema. Asi que aprovecho para dar gracias a aquellos que sólo han jugado de pequeños y que ahora sólo se dedican a utilizar el télefono para cosas tan prácticas como quedar o contarte qué tal el día; a los otros que sólo utilizan el sistema para joder un poquito, os quiero dedicar esto: "el teléfono al que usted llama está apagado o fuera de cobertura por siempre jamás".
Tati
