viernes, 6 de julio de 2007
Horas, minutos y segundos
Me bajo del autobús mirando la hora por si acaso tengo que poner una excusa por llegar tarde. Me acerco a ti con ganas de abrazarte tan fuerte que creas que hace meses que no nos vemos. Te beso, como siempre dejando que el primer momento de desvanecimiento del tiempo dure horas. Caminamos, hacia cualquier parte, sin rumbo, sin tener la aguja del reloj dictaminando la dirección. Charlamos, nos reímos, nos besamos, nos acariciamos, secretos, silencios, miradas, y el tiempo se congela.
Miro la hora, maldigo su presencia, me tengo que marchar. Me subo a mi autobús, vuelvo a mirar la hora, y esta vez el que sonríe es él, pues llegó su momento, se hincha y crece, se vuelve opresor. En realidad no me quejo, es un juego que tenemos, depende de la situación, uno de los dos cobra protagonismo, pero nunca dejamos que exista un ganador, si no de qué serviría el tiempo?.
Publicado por cris y tati ::
14:43 ::
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