Ya sé cómo me dices

miércoles, 16 de mayo de 2007 Carta a un amigo

Querido amigo:

Ya sé que escribirte esta carta no tiene mucho sentido, para tí no hay nada de qué hablar, para tí todo está bien, o al menos como debe estar... Pero es que yo cada día me siento peor, y no quiero que llegue un día en que nos resultemos completamente indiferentes y ni siquiera nos importe por qué.

Tú te empeñas en correr una cortina de humo cada vez que saco el tema, y te esfuerzas en convencerme de que en realidad las cosas no han cambiado, y si lo han hecho es porque la vida es así y cada cual sigue su camino. No me lo creo, porque yo no salgo de puntillas de la vida de nadie porque sí, si alguien me importa no desaparezco sin más.

En realidad ni siquiera has desaparecido como otras veces, aún compartes ciertas cosas conmigo, pasamos "x" tiempo juntos en el que ninguno de los dos se muestra igual que antes. Para tí eso también debe ser normal, porque no parece que te plantees que alguno de los dos está haciendo algo inadecuado, y si te lo planteas no me lo dices.

Cada vez que hablamos sobre esto terminamos discutiendo, porque yo te pido que me hables claro, tú dices que lo haces y sin embargo no entiendo nada de lo que me explicas. Puede que sea culpa mía, que no llego a comprender que digas que tu cariño es el de siempre pero nunca hagas nada que me deje verlo. Antes pasábamos muchos ratos juntos, me llamabas, me escribías, siempre teníamos un momento para vernos, nunca se nos acababan los temas de que hablar, ni las risas... ahora no hay nada de eso. A veces, si te llamo, te muestras encantado de verme, pero pasa ese momento y no se te ocurre volver a contar conmigo otra vez, no recibo jamás una llamada diciendo "hoy me apetece verte".

Cuando te he preguntado por qué está pasando esto me has dado diferentes razones: la falta de dinero, la falta de tiempo, la intención de dejarme hacer mi vida... nada me suena a real, y si lo es aún me duele más.

En fin, quizás no sirva de mucho seguir dándole vueltas a esto, la vida es así, como tú dices, y puede que esté demasiado obcecada y no vea esa realidad que tú me cuentas. Sólo te he escrito esto porque te echo de menos, siempre, mucho, y me duele estar cansándome de hacer como que no me siento triste, me duele hacer que no pasa nada cuando te veo para ver si todo mejora, porque no lo consigo y eso hace que además de triste esté frustrada. Me gustaría que volvieras a mi vida, que todo se pareciera a lo que teníamos antes... quizás pido demasiado.

Publicado por cris y tati :: 1:40 :: 1 comentarios

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