<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar/3232957544773393366?origin\x3dhttp://yasecomomedices.blogspot.com', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>
Ya sé cómo me dices
lunes, 23 de abril de 2007 Visión de uno mismo



Es inevitable en la vida pararse a pensar de vez en cuando cómo nos ven desde fuera los que nos acompañan día a día. No hay que preguntarlo, no hace falta, sólo hay que observar y sacar conclusiones, porque a veces nos llevamos sorpresas, agradables o no.


A veces ocurre, sobre todo cuando se producen malentendidos o malas interpretaciones, que nos descubrimos a nosotros mismos tratanto de convencer al que tenemos enfrente de que no somos como nos ve. Quizás nos traicionan las palabras, que escupimos sin pensar, o nos enfadamos por algo que no tiene razón de ser. La cuestión es que tenemos que esforzarnos en hacer ver a los demás que nuestras intenciones o nuestra forma de ser no están siempre del todo acorde con lo que expresamos.

Sin embargo el caso que más me preocupa es el contrario. Convives con gente que en su mayoría te aprecia, te ven valioso, grande, generoso... tienen una imagen agradable y positiva de tí. Todos los que te quieren creen que tienes mil cualidades, menos tú, que te miras al espejo preguntándote qué ven ellos que tú no eres capaz de encontrar. Pase lo que pase siempre vuelve ese momento en el que piensas que todos se equivocan, que dicen cosas positivas de tí porque te quieren... pero no te das cuenta de que ese cariño viene de alguna parte. Sólo ves en tí mismo defectos que crees que los demás no ven o no tienen en cuenta porque te aprecian, cuando la verdad es que seguramente su cariño incluya todo lo que eres, lo bueno y lo malo.

Querer a una persona que no se quiere a sí misma es muy complicado. Convencerla de que sus ojos no le dicen todo lo que ven, más todavía. Es bonito pensar que esta circunstancia de verse distorsionado en el propio reflejo se cura con amor, con paciencia, con tiempo, con madurez, pero la verdad es que convencerse a uno mismo de lo que sea es mucho más difícil que tratar de convencer a los demás.

¿Mi conclusión? Hay que aprender a quererse. Lo sé, no es ni mucho menos sencillo para el que no lo ha hecho nunca, o lo ha hecho en muy pequeñas dosis, pero creo que hay que encontrar el término medio entre creerse invencible y perfecto y creerse completamente miserable. Cuando hagas algo bien, valóralo, cuando alguien que te importa te mire a los ojos y te diga que eres bello, créelo, mira lo malo y también lo bueno que tiene tu espíritu, descúbrete a tí mismo cuando logres una meta, por pequeña que sea, asúmete siempre, pase lo que pase. Puede que así poco a poco logres conocerte a tí mismo... puede.

Publicado por cris y tati :: 3:43 :: 3 comentarios

Post / Leer cometarios

---------------oOo---------------