Ya sé cómo me dices
viernes, 6 de abril de 2007
Luna de Sevilla
Pues sí, Sevilla y no Cádiz fue nuestro destino ayer por la tarde-noche. Una hora de coche nos separaba de esa ciudad que huele a naranjo, que tiene ese encanto que tanto nos deslumbró, esperad, si no lo digo muero: "¿te he dicho lo que me gusta Sevilla?"...
Primera parada, la Plaza de España (antes vimos la Torre de Oro, los puentes del Guadquivir y la Maestranza, pero todo desde el coche porque no había manera de aparcar, ya sabéis, las procesiones en Sevilla paralizan la ciudad). Como decía, la plaza, sencillamente impresionante. Rodeada de árboles, de fuentes, y con el parque de Maria Luisa enfrente custodiándola. Hicimos miles de fotos y pequeños videos, así que ya os castigaremos viendo esta maravilla.
Segunda parada: la Giralda, que encontramos casi solitas pasando por la Plaza Nueva, donde está el Ayuntamiento. Qué podemos decir de La Giralda, indescriptible su belleza, nos quedamos paradas con la boca abierta observando su grandeza. El olor a naranjo siempre presente.
Entramos en un bar precioso a tomar algo, y al salir vimos, de camino a la zona de restaurantes, una de las procesiones. A Tati le daban un poco de mal rollo los encapuchados, pero afrontó sus miedos como una campeona, y hasta preguntaba cosas para entender mejor la tradición andaluza, ¡más mona!
Después nos fuimos a cenar, y para seguir con esta parte de la historia, necesito que saquéis vuestro magnífico acento "inglis-pitinglis". Cena: revuelto de gambas con jamón y de trigueros y unas croquetas de jamón "caseras". Siguiente escena: camarero se acerca a Cris con los platos en la mano y dice "take de one", "one"; imaginaros la cara (esto, creo que no te comprendo) de mi niña. Consiguientes risas mil cuando el camarero se aleja de la mesa diciendo "zan quiu". Más risas aún. Cris y su cabreo, deciden pedir un café al estupendo bilingüe camarero. "¿Disculpa, me puedes poner un café con leche?". No podemos explicaros la cara de asombro del chico al descubrir que hablábamos español. Las ganas eran enormes, preguntar al camarero por qué nos habló en inglés. Respuesta: "es la costumbre". Bueno, para qué alargar la historia si cuando lleguemos a Madrid os la contaremos como mejor sabemos, escenificando.
Llegó la noche, la buena noche, las copas de noche...un momento, ¿ a dónde vamos?. Preguntamos por dónde podíamos tomar una copichuela (NOTA: contar lo de los camareros graciosos, y de paso lo de los policías). Dimos unas cuantas vueltas, aunque no demasiadas teniendo en cuenta que no conocemos la ciudad, y entramos en "Bestiario", suena duro, eh? El caso es que el sitio no estaba del todo mal, excepto por los buitres-leonados-aguiluchos-carroñeros-pobrecitosellos-pagafantas algunos y maduritos otros que nos acechaban con sus garras afiladas. Para resumir, lo pasamos muuuuy bien, nos reimos muchísimo, pero al final nos agobiamos un poco, porque queríamos estar solas, y no nos dejaban mucho rato.
Una hora de camino hacia casa, y a dormir que ya va a salir el sol.
Hoy el día ha sido inevitablemente cansado, no podíamos ni movernos, así que hemos hecho el vago todo lo que hemos querido y un poco más.
Os escribimos desde la recepción del hotel, donde está habiendo una concentración masiva de gente (sobre todo alemanes) que se han juntado, no para ver la final de la Champion, ¡¡sino el golf!!
Hasta mañana lectores.
Nota: las fotos las colgamos mañana, pues blogger no nos quiere hoy.
Publicado por cris y tati ::
12:53 ::
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