miércoles, 23 de mayo de 2007
Ayer

Y un día cualquiera se convierte sin querer en una pesadilla. Te levantas para ir a trabajar, como todos los días, te cruzas con la misma gente, sonríes del mismo modo, tomas el café como siempre lo has tomado, recibes las mismas llamadas de tu gente... y sin embargo todo es distinto.
Supongo que es porque es muy difícil esconderse a uno mismo la verdad. Uno puede intentar hacerles ver a los demás que todo está bien, pero hacer como si no pasara nada ante el espejo es infinitamente más complicado. Yo quise hacerlo ayer...
La cuestión es que llevaba unos días pensando que me la habían vuelto a jugar. Una noche sin dormir me hizo darme cuenta de que hay gente que, poniendo el cariño por bandera, cree que puede jugar con la vida de los que dice apreciar, y decide que estos tienen que aguantar lo que sea por ese cariño. ¡Venga! Acumulemos basura en la casa de los demás, que ya la sacarán cuando les llegue al cuello. Al comprobar que había vuelto a dejar que me hundieran este tipo de personas me enfadé con el mundo, que es algo que por otra parte hago muy a menudo.
No me ha servido de nada, como intentaba explicar antes, tratar de mirarme a los ojos y decirme a mí misma que no ha pasado nada, que esto no me afecta, que son cosas que pasan y que yo soy la de siempre. No lo soy, y eso sí se comprueba fácilmente, porque pequeñas bromas que me gasta el día a día me sientan como un rayo, porque normalmente siempre sonrío y ayer me costaba no ser sarcástica cada vez que abría la boca, porque mi humor ha cambiado, y se nota.
No tengo ninguna conclusión que sacar al respecto, porque todavía tengo una nube negra encima de mi cabeza y me cuesta pensar sin ver el sol. Sólo espero que esa nube descargue pronto toda la lluvia que tenga para mí, y que desaparezca después una temporada.
Publicado por cris y tati ::
1:32 ::
3 comentarios
Post / Leer cometarios
---------------oOo---------------