lunes, 12 de marzo de 2007
charlas en la noche

La noche se presentaba agradable: un paseo cogidos de la mano compartiendo amenas charlas. Hablaban mucho, siempre, de todo, y les encantaba. De repente él preguntó:
- ¿Por qué te cuesta tanto dormir últimamente?
- No lo sé - respondió ella - quizás me falte paz.
- Intentaré ayudarte, voy a explicarte cómo creo que puedes hallar la serenidad que te falta. La paz se encuentra de muchas formas, pero sin duda debes tener confianza en tí, conocer el mundo que te rodea, tener claros tus principios y afrontar tus miedos sin que estos te bloqueen.
- Difícil, lo hacen. Mis miedos me bloquean, y mucho. No encuentro la seguridad dentro de mí, no conozco el mundo y no sé cuáles son mis principios. Me siento perdida dentro de mí misma, no encuentro nada en mí a lo que aferrarme.
- Nos sentaremos a hablar sobre eso.
Y entonces, en aquel bar lleno de gente, él comenzó a hablar. Las palabras que salían de sus labios tenían mucho sentido para ella, porque sabía que todo lo que le decía era desde el cariño, sólo intentaba ayudarla, como siempre. Le habló del budismo, del protestantismo, de cómo era ella desde sus ojos, de todo lo que tenía en su interior. Ella escuchaba atenta, y se emocionaba porque nadie nunca se había parado a explicarle aquellas ideas, nunca había hablado con nadie de su miedo a morir, de la angustia que le producía pensar que llegaría un día en que desaparecería, en que todo se acabaría sin remedio. Él parecía compartir ese miedo, y hablaba en realidad para ella y para sí mismo.
Salieron del bar. Él dijo:
- Dime, ¿te he ayudado en algo?
- Hoy no, es difícil arrancar tantos miedos de un sólo plumazo, pero he interiorizado todo lo que me has dicho, y...
Bajo la noche estrellada, cerró los ojos y le besó...
- ... gracias amor... acabo de alcanzar el nirvana.
Publicado por cris y tati ::
2:21 ::
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